martes, 23 de agosto de 2011

Adolescentes.

Tus mejores amigos se convierten en extraños,
las piruletas a su vez en cigarrillos,
los inocentes se convierten en putas,
los refrescos se convierten en vodka,
y los besos a su vez en sexo.
¿Recuerdas cuándo drogarse significaba columpiarse el patio de recreo, cuándo la protección significaba usar un casco, cuándo lo peor que podías obtener de los chicos eran piojos, cuándo los hombros de tu padre eran el lugar más alto en la tierra y cuándo tu madre era tu héroe, cuando tus peores enemigos eran tus hermanos, cuándo los problemas raciales eran sobre el que había corrido más rápido, cuándo la única droga que conocías era el paracetamol, cuándo llevar una falda no significaba que fueras una puta,  cuándo lo único que te hacía daño era cuando te raspabas las rodillas y cuándo las despedidas sólo querían decir hasta mañana?
Todos dijimos que no podíamos esperar para crecer... ¿en qué estábamos pensando?

No hay comentarios:

Publicar un comentario